Hacerse reemplazable, tener charlas informales y hablar de aciertos y errores, algunas claves para alcanzar objetivos liderando un equipo de trabajo.
“Mi aventura más brutal en el trabajo fue también de la que más se justifica que alardee”, cuenta Natasha Awasthi al diario La Nacion. Natasha es Gerente de Producto en Residencia en General Electric, a lo largo de su carrera se desarrolló como capacitadora de equipos de trabajo a nivel mundial, Ella ingeniosamente desenreda problemas desordenados por el descubrimiento de patrones inesperados en el comportamiento, los procesos y la tecnología .Ocasionalmente escribe lo que aprendió de ello en diversos blogs y Diarios mundiales. En la nota con el diario La nación ella cuenta su experiencia liderando equipos de trabajo.
“Estaba a cargo de lograr que se superara un equipo altamente calificado pero que, de modo sistemático y misterioso, lograba pobres resultados. A lo largo de tres años intentamos superar problemas como altas tasas de rotación y plazos incumplidos. Luego de 36 meses de prueba y error, me ofrecieron la oportunidad de abordar este acertijo desde una nueva perspectiva.
“Estaba a cargo de lograr que se superara un equipo altamente calificado pero que, de modo sistemático y misterioso, lograba pobres resultados. A lo largo de tres años intentamos superar problemas como altas tasas de rotación y plazos incumplidos. Luego de 36 meses de prueba y error, me ofrecieron la oportunidad de abordar este acertijo desde una nueva perspectiva.
Hacerse
reemplazable, tener charlas informales y hablar de aciertos y errores, algunas
claves para alcanzar objetivos liderando un equipo de trabajo.
El desafío incluía, entre
otros hechos, que este departamento operaba fuera de mi área de conocimientos:
yo conducía diseñadores de negocios y gerentes de productos y este era un
equipo de expertos en control de calidad. Fui su gerente interina por casi dos
años. Aprendí 10.000 lecciones en materia de conducción; estas son siete de
ellas:
1. Haga sus carreras, no
sus listas de tareas: las responsabilidades de este equipo tenían una curva de
aprendizaje muy empinada. No tenía tiempo de convertirme en experta. Por lo que
no tenía otra opción que resistir mi impulso de "microgestionar" sus
tareas. Tuve que concentrar mi atención en manejar sus sueños, sus carreras y
su futuro. El resultado: me gradué de jefa de tareas a líder.
2. Hacer que el día de
trabajo sea significativo: a menudo sus empleados pasan más tiempo en el
trabajo que fuera de él. Haga que valga la pena para ellos llegar cada día y
hacer el mayor esfuerzo. Trabaje duro para ayudarlos a definir la relación
entre lo que hacen y el impacto en su organización.
3. Facilite las
conversaciones difíciles: cree rutinas para charlas informales con individuos
de su equipo. No presente un interrogatorio con preguntas cerradas como
"¿Por qué está demorada tal cosa? En cambio, use interrogantes abiertos,
como "¿Cómo van las cosas?" Más importante que sus preguntas, sin
embargo, es la cadencia y crear el ambiente adecuado. La vereda es una opción
mejor que la sala de conferencias. Hablar frecuente y casualmente le quita
ansiedad a las "conversaciones" con "el jefe".
4. Haga que superen
primero sus propias expectativas (no las suyas): antes de dar a conocer los
planes para la vida laboral de otro individuo, debe definir su punto de partida
y el destino deseado. Su objetivo debe ser armar de modo reflexivo e
incremental la confianza en su capacidad de tener éxito en tareas que
aparentemente están fuera de su alcance. Y tiene que diseñar caminos múltiples
para la carrera de cada uno de los integrantes de su equipo. No todos podrán o
querrán seguir el mismo camino.
5. Cree un marco que
detecte y premie alertas tempranas: cuando las cosas salían mal, no podía
intervenir ante la primera señal de alerta y salvar la situación. Tenía que
pasar de ser la "solucionadora de problemas" a ser la "encargada
de prevenir problemas". Además, tenía que apoyarme en el equipo para
diseñar los factores de equilibrio y control.
6. Hablar de fallas con
tranquilidad: los líderes tienen que caminar por la delgada línea que entre la
vulnerabilidad y verse demasiado débil. La autocrítica excesiva pone nervioso
al equipo. Concentrarse sólo en los éxitos alienta al equipo a ocultar sus
debilidades. Esto crea puntos ciegos, porque no se puede arreglar o manejar los
problemas que no se ven. Dedique igual tiempo a hablar de éxitos y fracasos.
Cuanto mayor el éxito, tanto más tiempo puede dedicar a hablar de los errores y
correcciones.
7. Hágase reemplazable: yo era jefa interina, por
lo que, desde un comienzo, mi meta era encontrar mi reemplazo. Ahora abordo
todos mis cargos con esta visión. Hay que invertir en la formación del equipo
para aumentar su capacidad y confianza. No hay sustituto para un equipo en el
que se puede confiar y que tiene el coraje y la garra para enfrentar problemas
difíciles.”
Fuente: Diario La Nacion
Fuente: Diario La Nacion
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